Estabas dormida cuando llegué
Y a tu lado me senté a contemplarte
Irradiaba tu rostro de mujer
Capaz de arrancar alegría al dolor
Estabas tranquila cuando me senté
Y una minúscula sonrisa te delató
La lectura de anoche presagié
Custodiando, dirigiendo tus sueños
Hurtado, escondido, te observé
Junto al calor de tu cuerpo
Y entonces te atrapé
Serenidad, llamé a esa foto
AUTOR: Carlos Sergio Suárez Hernández